Santa
Catarina del Monte es una comunidad enclavada en la zona montañosa de Texcoco,
en el Estado de México, es famosa por sus manantiales, sus bosques y una larga
lista de artistas que han nacido en su tierra. Por si fuera poco, este poblado
es dueño de una vista panorámica envidiable, pues desde casi cualquier punto de
la localidad es posible apreciar gran parte del Valle de México; las aguas casi
extintas del Lago de Texcoco, las montañas que rodean la metrópoli, así como
los edificios que reflejan su majestuosidad por las tardes.
Emilio
Velázquez Rivera, de 11 años de edad, es uno de los muchos talentos musicales
que han surgido de Santa Catarina del Monte, al igual que otros antes que él,
Emilio creció viendo ese paisaje de luces lejanas que en su imaginación eran
solo personas aplaudiéndolo en un gran escenario. Con los pulmones llenos de
ilusión y clarinete en mano, el joven intérprete sueña con el momento en el que
su dedicación y talento lo lleven aún más lejos, pues a su corta edad ya sabe
lo que es ganar un concurso de clarinete, hacer un gira nacional y tocar en el
máximo recinto cultural del país: el Palacio de Bellas Artes.
“El
Clarinete, es un instrumento de sonidos bonitos”, expresa el joven talento,
quien a los tres años, cuando la mayoría de los niños hace garabatos en las
paredes, Emilio inició su educación musical.
Entrevistado
por la Dirección de Cultura del Ayuntamiento de Texcoco, Velázquez Rivera
comentó: “El acercamiento con la música fue gracias a mis tíos, los maestros
José Eleazar y José Eduardo Velázquez Rivera.
“Yo los
veía estudiar y practicar diario, eso me llamó mucho la atención; los sonidos
que producían”. Afirma el novel instrumentista, quien, reconoció que gran parte de sus éxitos han
sido posibles gracias al apoyo de su familia, en especial de sus tíos, quienes
le han compartido sus conocimientos y las técnicas adecuadas para la ejecución
del clarinete.
Reconoció
la importancia de las Escuelas de Enseñanza Musical, programa al cual está
inscrito y que es fruto de los esfuerzos de la Dirección de Cultura del
municipio y el Ayuntamiento de Texcoco, encabezados por Rosana Espinosa
Olivares y Sandra Luz Falcón Venegas, respectivamente.
Gracias a
este programa, Emilio y más de 200 niños tienen acceso a un instrumento y a
educación musical de alta calidad, de manera gratuita y en sus comunidades de
origen.
Velázquez
Rivera toma clases de clarinete en la Escuela Primaria Bilingüe Nezahualcóyotl,
sede del programa en Santa Catarina del Monte, donde su educación es
supervisada por el connotado clarinetista, director y maestro José Alfredo
Clavijo García.
“A mí me
llamó la atención el clarinete porque es un instrumento de sonidos bonitos;
además es fácil de transportar, a diferencia de un piano o un violonchelo”,
declaró Emilio, quien confesó además su gusto por el saxofón.
Gracias a
su disciplina y confianza, Recientemente Emilio Velázquez Rivera obtuvo el
primer lugar en el “Concurso de Clarinete Vandoren Jóvenes Talentos”, en la
categoría infantil. Lo anterior tuvo lugar durante el segundo Festival de
Clarinete y Saxofón, en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Autónoma
Benito Juárez de Oaxaca. “Participaron cerca de 20 niños.
Fue una
gran sorpresa enterarme de que gané”, comentó el intérprete quien dejó en claro
que no estuvo nervioso en ningún momento del concurso. “Para ganar se necesita
disciplina, confianza y que te guste mucho el instrumento que tocas”.
Este año ha
sido uno de éxitos para Emilio, pues, además de haber ganado dicho certamen,
fue seleccionado para participar en el 28º Campamento de Estudio y Gira de
Conciertos de la Orquesta Sinfónica Infantil de México, con la que realizó una
serie de presentaciones en importantes recintos de Yucatán, Campeche, Tabasco y
Veracruz.
En la
Ciudad de México demostró su talento en el Complejo Cultural Los Pinos y el
Palacio de Bellas Artes. A su corta edad, Emilio Velázquez Rivera reconoció que
esto solo es el inicio, que aún debe seguir preparándose, a pesar de que ya ha
participado en distintos festivales culturales promovidos por el Ayuntamiento
de Texcoco y tomado clases magistrales con profesores de la talla de Luis
Miguel Balseca.
A los niños
y jóvenes interesados en la música, recomendó “ser constantes, encontrar el
instrumento de su agrado. Además no deben descuidar sus estudios ni el
deporte”. Casos de éxito como el de Emilio Velázquez Rivera es una muestra del
potencial artístico de Texcoco y sus comunidades.
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